Las plantas son las amigas de nuestra piel y aportan grandes beneficios: algunas son antiinflamatorias, y otras son refrescantes, tónicas, regeneradoras o purificantes.
Podemos elaborar diferentes tipos de extractos con plantas, que usaremos luego en nuestros cosméticos caseros.
En este artículo, os queremos presentar el extracto más fácil de realizar: la maceración acuosa elaborada en caliente, también llamada la tisana o la infusión. Y el solvente usado en este caso es el agua. Preparar una tisana aporta varios beneficios para nuestro cuerpo y nuestra piel, pero ¿tenemos claro cómo preparar una tisana?
La mayoría de los productos cosméticos llevan una buena proporción de líquido, que suele ser agua. La gran ventaja de elaborar tus productos cosméticos en casa es que puedes sustituir el agua de tus cosméticos por un hidrolato o una tisana de planta. Así, tu producto será más agradable de usar, por su olor vegetal, y los activos extraídos de la planta serán beneficiosos para tu piel.
¿Qué es una tisana?
Elaborar una tisana es básicamente extraer, en caliente, los principios activos y aromas hidrosolubles de un vegetal por disolución en un líquido acuoso.
Es decir que el agua caliente tiene la capacidad de sacar todos los activos de una planta que tienen afinidad con él. Un ejemplo sería el té, rico en teína, que ha sido extraído de las hojas del té, mediante el agua caliente.
Las tisanas se elaboran entonces a partir de flores y hojas, pero también a partir de raíces, tallos y semillas de una o varias plantas. Se puede también obtener una tisana a partir de fruta deshidratada.
Podemos obtener una tisana de dos métodos diferentes: en infusión y en decocción. El agua hervida se entromete en los tejidos de la planta y la desintegra con el fin de liberar esos compuestos hidrosolubles.
¿Cuáles son los compuestos que se extraen en una tisana?
En una tisana, los compuestos que se extraen son los azúcares, gomas, mucilagos, ácidos vegetales, sustancias albuminosas, proteínas, saponinas, pectinas, taninos, pigmentos y sales minerales. Algunos alcaloides se pueden extraer en un medio ácido y, según la planta, una infinitésima parte del aceite esencial puede estar presente en el agua.
Pero el agua no tiene la capacidad de disolver otros compuestos como las resinas, ni tampoco puede extraer aceites esenciales y alcaloides en general, por lo que tendremos que utilizar otros métodos de extracción más adaptados, como el alcohol o el aceite.
¿Plantas secas o frescas?
La diferencia fundamental entre una planta fresca y seca es la cantidad de agua contenida en la fresca. Una planta seca no deja de ser una planta deshidratada, como la que estamos acostumbradas a usar para hacer nuestras infusiones.
Para elaborar nuestros cosméticos, se puede usar tanto la planta fresca como seca, pero se recomienda que sea de recién cosecha para obtener el máximo de sus principios activos. Más seca y vieja es una planta, más pobre está en compuestos activos.
¿Cómo preparar una tisana? ¿Infusión o decocción?
Según las partes de las plantas que usemos para elaborar la tisana, el modo de preparación tiene que ser distinto.
La infusión es perfecta con flores y hojas, más finas y frágiles.
La decocción se usa principalmente para raíces, tallos y corteza.
Desde un punto de vista químico, el agua es pobre en mineral y su poder de disolución es elevado. Por lo cual, para preparar una tisana cosmética de planta, se recomienda utilizar agua destilada, es decir el agua de la plancha o el agua residual de la secadora. Las aguas de mineralización débil o aguas blandas sirven también.
¿Cuál es la cantidad de planta necesaria?
Según algunos expertos en botánica, se recomienda hacer una infusión o decocción al 5%.
Eso quiere decir que, para 100 ml de tisana, pesaremos 5 gr de planta para 95 gr de agua.
¡También puedes preparar la tisana a ojo o también más concentrada! Aquí depende de tus gustos.
En cualquier caso, obviamente la cantidad de tisana obtenida será menos de 100 ml, debido a que la planta absorbe una parte del agua.
En resumen, para obtener unos 40 gr de tisana, necesitas unos 3 gr de planta y 57 gr de agua.
Equivalencia en cucharadas para elaborar tisana
Puedes hacer tus tisanas sin medir las cantidades de planta y agua, pero si quieres tener una idea aproximada, a continuación te muestro algunas medidas:
- 3 gr de flores de caléndula secas = 2 cucharadas
- 3 gr de flores de lavanda seca = 1 cucharada
- 3 gr de flores de rosa seca = 1 cucharada
- 3 gr de menta seca = 1 cucharada 60 gr = 60 ml de agua = ½ vaso
La Infusión de tisana
Tal como explicábamos, este método se utiliza para las partes delicadas de las plantas, como las flores y las hojas, también para semillas y a veces para tallos. Es la forma más utilizada.
Algunos tipos de plantas con la que preparar una tisana en infusión son: Azahar, caléndula lavanda, manzanilla, menta, ortiga, rosa, romero, tomillo, ulmaria.
El método de la infusión de tisana consiste en:
1 – Agregar el agua hervida o a punto de hervir sobre la planta.
2- Se tapa y se deja reposar entre 2 y 10 minutos.
Unos 2-3 min para plantas aromáticas (es decir que tienen un olor intenso, como un romero o lavanda)
Unos 10 min para las otras plantas (es decir que huelan poco, como la cola de caballo, la ortiga o la caléndula).
3- Una vez pasado el tiempo de reposo, se filtra con una malla muy fina o aún mejor, con un filtro de café. Es muy importante un buen filtrado para limitar la proliferación bacteriana.
La decocción de tisana
El proceso de decocción de tisana es el más apropiado para raíces, rizomas o cortezas, y a veces algunos tallos, que son las partes más duras de la planta.
Es conveniente trocearlos o desmenuzarlos y, a poder ser, dejarlos macerando previamente en agua fría para sacar el máximo de sus principios activos.
Algunos tipos de plantas con la que preparar una tisana en decocción son: Bardana, Jengibre, canela, regaliz, cola de caballo.
El método de la decocción consiste en:
1 – Poner a hervir juntos la planta con el agua entre 10 y 45 min (según la planta). Para simplificar, podemos calcular unos 20 minutos de media.
2- Una vez pasado este tiempo, se filtra con una malla muy fina o un filtro de café y ya tenemos la tisana lista. Es muy importante un buen filtrado para limitar la proliferación bacteriana.
En caso de mezclas de plantas, ¿cuál es la preparación adecuada?
Podemos perfectamente mezclar diferentes tisanas de plantas que no se obtienen por el mismo método, pero hay que aplicar el método adecuado de infusión o decocción según la planta para no perder los principios activos de cada una.
Primero prepara la decocción con las partes más duras y, una vez el agua esté filtrada, añade las plantas frágiles para la infusión. Filtras otra vez al finalizar y listo.
Conservación de las tisanas
El agua es un solvente muy bueno para extraer la mayoría de los compuestos de la planta, pero tiene un inconveniente importante: no permite una conservación óptima ni prolongada. La tisana se conserva unas horas a temperatura ambiente y 48 h en la nevera.
Es importante guardar la tisana en un frasco muy limpio y, si es de vidrio, esterilizado. Así limitaremos la proliferación de microorganismos.
Se puede alargar su vida incorporando un conservante de calidad cosmética o congelándola.
Ventajas y desventajas de las tisanas
Uso de las tisanas en cosmética natural
Podemos decir que la tisana reemplaza el agua contenida en tus productos cosméticos.
En su modo minimalista, la puedes usar como tónico facial, y aplicarla sobre el rostro cada vez que te apetezca.
Mi infusión favorita es la mezcla de flores de lavanda y de rosa. ¡Deja un olor divino!
Ahora bien, seamos conscientes que el agua (o la tisana) no es un componente que penetra en la piel, por la capa hidrolipídica presente en la superficie de la piel, nuestro escudo defensor. Entonces si la usamos tal cual, su efecto será principalmente refrescante y agradable olfativamente.
Si a la tisana, agregamos un humectante, como la glicerina u otra sustancia capaz de absorber agua, entonces la capacidad hidratante de la piel aumenta y los activos de la tisana penetrarán más fácilmente y podrán actuar en su superficie.
Para saber más
Si quieres aprender más sobre los extractos de plantas y sus usos en cosmética, te recomiendo
● Artículo “Extractos vegetales en Cosmética”, escrito por Patricia de la Vega, autora del blog Natural mola más
● Curso online de “Plantas Medicinales y Fitoterapia”, de Ana de Organicus
● Curso online “Elabora tu medicina herbaria”, de Clàudia de El Taller Naturista